lunes, 17 de diciembre de 2007

Dhammapada : La enseñanza de Buda




Capitulo I - Versos Gemelos

La condicion humana (dhamma) esta dirigida por la mente, predomina en ella la mente, esta hecha de mente. Si uno habla o actua con mente (manas) perversa, la desgracia (dukkha) lo sigue como la rueda (de la carreta) sigue los pasos del buey.
La condicion humana esta dirigida por la mente, predomina en ella la mente, esta hecha de mente. Si uno habla o actua con mente pura, la felicidad lo sigue como su sombra que nunca lo abandona.


Como la lluvia atraviesa una casa mal techada, asi la pasion penetra en una mente indisciplinada.
Como la lluvia no penetra en una casa bien techada, asi la pasion no penetra en una mente bien disciplinada.

Capitulo II - El estado de alerta y vigilancia

Mediante su energia, su autocontrol y autodominio, mediante su estado de alerta y vigilancia, debe el sabio hacerse una isla que no sumerja la correntada.


Capitulo III - La mente

El sabio endereza su mente, vacilante e inestable, dificil de retener, dificil de refrenar, como el que hace flechas endereza una flecha.

Capitulo IV - Las Flores

Considere uno, no lo malo de los otros ni lo que los otros han hecho o no han hecho, sino lo que uno mismo (attan) hace o no hace.

Capitulo V - El necio

Los tontos e ignorantes se comportan consigo mismos como un enemigo, haciendo cosas perversas, de amargo fruto.

Capitulo VI - El Pandit

Como la roca compacta no tiembla con el viento, asi el sabio no se conmueve ni en el reproche ni en la alabanza.

Capitulo VII - El Arhant

Serena es la mente (manas), serena la palabra, serena la accion de un hombre asi, que, gracias al perfecto conocimiento, se ha liberado y se ha serenado.

Capitulo VIII - Los miles

Mas vale una sola palabra cargada de sentido moral que al ser escuchada apacigua, que mil discursos de palabras vacuas.

Entre aquel que en un combate derrota a un millon de hombres y el que vence a uno solo, a si mismo (attan), este reporto mayor victoria.

Mas vale la vida del hombre sabio (pañña) y que medita, aunque dure un solo dia, que la vida del hombre necio (du-pañña) y sin control, aunque dure cien años.

Capitulo IX - El Mal

Aun el malo posee la felicidad, mientras no madura su falta; pero cuando madura, entonces el malo se da con la desdicha.

Aun el bueno padece desdicha, mientras no maduran sus buenas acciones; pero cuando maduran, entonces el bueno encuentra la felicidad.

Capitulo XI - La vejez

El hombre poco instruido envejece como el buey: sus carnes aumentan, no aumenta su sabiduria (pañña).

Capitulo XVII - La ira

No ha existido, no existira ni existe un hombre que solo reciba criticas o que solo reciba elogios.

Capitulo XVIII - La impureza

Facil de ver es la falta ajena, dificil la de uno mismo (attan); uno pone al descubierto las faltas de los otros, como pone al descubierto la paja (el que tamiza el trigo); uno disimula las propias faltas, como el jugador taimado una mala jugada.

Capitulo XX - El camino

Sea controlado en su palabra, sea controlado en su mente, sea incapaz de hacer algo malo con su cuerpo. Mantenga limpios estos tres caminos de la conducta, recorra el camino enseñado por los sabios.

Capitulo XXIV - La sed

Crece como una enredadera el deseo del hombre que actua con descuido; como el mono que en busca de fruta salta de arbol en arbol, asi ese hombre pasa de existencia en existencia.


Capitulo XXV - El Bhikkhu

Bueno es el autodominio en la vista, bueno es el autodominio en el oido, bueno es el autodominio en el olfato, bueno es el autodominio en el gusto.

Aquel bhikkhu que, joven, se consagra a la enseñanza del Buddha, ese bhikkhu ilumina este mundo como la luna que se ha liberado de los nubarrones.

Capitulo XXVI - EL Brahman

No por las trenzas ni por la casta ni por el nacimiento se es brahman; aquel en quien existen verdad y rectitud (dhamma), ese es puro, ese es brahman.

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